martes, junio 30, 2009

Click: Foto Misteriosa

FOTO MISTERIOSA, VRINDAVAN 1977.

Tenemos con nosotros esta misteriosa fotografía. En ella aparece Srila Prabhupada sentado en una silla mecedora en el patio central del Krishna Balaram Mandir de Vrindavan. Se encuentra junto al árbol tamal que hay allí, teniendo darshan de las Deidades. Es el año 1977, Srila Prabhupada está enfermo y porta unos lentes para protegerse los ojos de los rayos del sol.

MISMO LUGAR, FECHA RECIENTE.

Tamal Krishna Goswami lo está abanicando con una chamara. Atrás hay otro devoto cuya cara está semicubierta por unas ramas del árbol y quien tiene un abanico de plumas, y del lado izquierdo se ve otro abanico aunque no aparece la persona que lo tiene. En la parte inferior izquierda hay un devoto sentado en el piso, dirigiendo su mirada a Srila Prabhupada.

PRIMER PLANO DE SRILA PRABHUPADA.

Es una foto que a primera vista se siente tranquila, y hasta ansiaríamos haber estado presentes allí. El clima ha de ser caluroso pues nadie lleva kurta, incluso Srila Prabhupada.

ESCALERAS AL MUSEO DE SRILA PRABHUPADA. EL SAMADHI ESTÁ EN EL EXTREMO IZQUIERDO DE LA FOTO.

Pero en la foto hay mucho misterio que no es aparente. La imagen no existe en la colección de los Archivos Bhaktivedanta, y entonces es probable que sea una foto personal de alguien. La conocemos porque una versión a color de esta foto —de casi un metro de alto— estuvo colgada a la entrada del Museo de Srila Prabhupada, ubicado enfrente a su Samadhi (mausoleo).

SRILA PRABHUPADA EN LA MISMA SILLA MECEDORA, EN EL MISMO LUGAR, PERO EN OTRA FECHA.

Una versión más pequeña de la misma fotografía (de 25 cm. de alto), en blanco y negro, estuvo en la habitación de Srila Prabhupada de Vrindavan en un armario con puertas de vidrio, exhibiéndose con efectos personales de Srila Prabhupada. Luego la foto pasó a un lugar menos visible, detrás del murti de Srila Prabhupada que está en la mecedora.

Lo misterioso del asunto es que ambas fotografías han desaparecido, y por el momento no es posible verlas. La imagen que presentamos aquí es una fotografía tomada a la foto pequeña en la habitación de Srila Prabhupada, poco antes de que desapareciera.

PRIMER PLANO DE TAMAL KRISHNA GOSWAMI.

La fotografía grande a color desapareció del museo luego de que llegó a Vrindavan un discípulo filipino de Tamal Krishna llamado Janardana, y asumió el puesto de "general manager". La foto pequeña en blanco y negro desapareció después del Gour Purnima de 2009.

ACERCAMIENTO ADICIONAL.

No sabemos qué causó la desaparición de estas dos fotografías, pero sobran conjeturas al respecto. Quienes las han visto advirtieron que Tamal Krishna Goswami probablemente está haciendo un mudra (una señal mágica con la mano) que quizá él o sus seguidores no querían que se divulgara debido a su significado tal vez nefasto. ¿Qué significa ese mudra? ¿Hay algún factor tántrico en todo esto?

Pero antes de tratar de responder esas preguntas debemos tomar en cuenta que Tamal Krishna Goswami es el malvado favorito de Iskcon. Veamos algunas de las fechorias que muchos devotos le imputan:

● La desaparición y probable muerte de Visnujana Swami, luego de haberse apropiado del programa Radha Damodara Party que Visnujana había desarrollado durante años, y convertirlo en una máquina que causó infinidad de conflictos con todos los templos. A quienes arguyen que distribuyeron muchos libros, la respuesta es que Srila Prabhupada removió a Tamal del programa y lo desterró a China para que dejara de convulsionar a la institución.

● El suicidio de Gopijanavallabha Swami en 1980, quien trabajaba para él y a quien le dijo que ahora tenía que verlo como igual a Srila Prabhupada porque de lo contrario no regresaría con Krishna. Esto causó una incontenible ansiedad en este sencillo y amable devoto quien ya no supo cómo enfrentar la situación.

● El complot para envenenar a Srila Prabhupada en 1977 desde su puesto de secretario particular, ante varios indicios de la existencia de dicho complot.

● Haber descrito a Srila Prabhupada durante una conversación con Syamasundara das en Bombay como “un viejo senil y apegado”. Esto lo asegura Nara Narayana das quien escuchó personalmente la conversación.

TAMAL KRISHNA GOSWAMI.

● Haberse esforzado para que permanecieran como “acharyas” de la institución pederastras como Bhavananda y demás fulanos desviados.

● Tergiversar el proceso de sucesión discipular luego de que Srila Prabhupada dejó este mundo (y Tamal lo confiesa en las conversaciones de la Piramid House).

● Crear un Gopi-bhava Club con Narayana Maharaja quien supuestamente estaba dando “néctar” filosófico íntimo a gente disque avanzada, a pesar de que Srila Prabhupada ordenó no hacerlo y que el mismo Iskcon tenía como norma no acercarse con Narayana Maharaja.

● Tener gente colectando fondos millonarios para que pudiera darse la gran vida, incluyendo ponerse a estudiar en Oxford con costo a cargo de Iskcon, cuando el ejemplo de Srila Bhaktisiddhanta Saraswati fue distinto, y que no es el papel de un guru renunciante irse a la universidad.

● Ocasionar pérdidas millonarias en proyectos fallidos como su hacienda de Oklahoma.

Y la lista continúa, pero mejor paramos aquí.

Por la fama que Tamal Krishna Goswami tiene ("créate fama y échate a dormir"), los devotos ven en la foto algo siniestro de parte suya hacia Srila Prabhupada: Ya sea el mudra mismo, o el semblante de TK, o lo que creen que Tamal siente sobre Srila Prabhupada —ellos confían en el viejo adagio de que “piensa mal y acertarás”.

¿UN MUDRA MALIGNO?

Es un hecho que la disposición de la mano derecha de Tamal no es natural para alguien que ostenta una chamara. Tener el dedo cordial totalmente extendido mientras los demás permanecen encogidos, requiere de un esfuerzo consciente y así lograr algún fin específico. No es algo que ocurre accidentalmente. Incluso si el dedo cordial se le hubiera soltado del control del dedo pulgar, no explica por qué el dedo está totalmente extendido. Hay alguna razón oculta detrás de dicha señal, y algunos creen que es un mudra maligno encaminado a tratar de dañar a Srila Prabhupada.

¿DÓNDE QUEDARON LAS FOTOS?

Tampoco es natural la desaparición de ambas fotografías de lugares prominentes de Vrindavan. La primera desapareció cuando arribó un agente de Tamal Krishna, y la segunda se esfumó luego de que varios devotos empezaron a interesarse en ella y eso preocupó a alguien.

—HOLA TODOS.

Sin embargo, en opinión de otros expertos, en esta fotografía Tamal Krishna simplemente le estaba enviando un caluroso f*ck you al universo entero, diciéndoles como decía José Alfredo Jimenez: "Hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley". Lo anterior, claro, hasta que se le atravesó un árbol en plena carretera en India y lo mandó a inaugurar su propio Samadhi.

SAMADHI DE TAMAL KRISHNA EN MAYAPUR.

lunes, junio 22, 2009

Click: En Iskcon Costa Rica

PRÉDICA
PRABHU PRTIVI-PAVANA

CANTOS DE GLORIFICACIÓN
MADRE NITYA

ADORACIÓN A LAS DEIDADES
MADRE ANANDA

CEREMONIAS VAISNAVAS
PRABHU ARJUNA VALLABHA

Bellas fotos del programa de Iskcon Costa Rica. Diversas actividades devocionales conducidas por devotos sirviendo a Sri Sri Nitai Gurasundara bajo la guía de sus gurus y la GBC. Pero aunque las fotos nos hablan de bhakti y dedicación, la realidad nos habla de otras cosas.

LA DIÁSPORA DE SRI SRI NITAI GOURASUNDARA.

Sri Sri Nitai Gourasundara primero fueron secuestrados de la finca en medio de la noche, para mantenerlos escondidos durante algún tiempo. Luego fueron "instalados" en un apartamento en la zona de San Pedro. Ahora los mudaron de nuevo, a la casa de los devotos que aparecen en las fotografías, escasamente a un kilómetro de la finca de donde fueron secuestrados. Pero como ese lugar es rentado, las Deidades tendrán que padecer una nueva mudanza próximamente. O sea que la diáspora de Sus Señorías las Deidades no termina.

Y todo esto, ¿para qué? Entre todos los argumentos que se han vertido en esta polémica, el más factible es que el plan para vender la finca era para mandarle dinero a la plana mayor de la GBC en Estados Unidos, quienes exigieron a Guru Prasad Swami dinero para ayudar a pagar los casi 10 millones de dólares que les costó el juicio de los Gurukulis. El supuesto plan de vender la finca para crear un templo y un centro cultural en San Jose era sólo una pantalla. La verdadera intención era llevarse el dinero y dejarle unos mendrugos a los incautos "ticos".

Según informes disponibles, la GBC quería 2 millones de dólares de la venta de la finca de Costa Rica para pagárselos a los estudiantes del Gurukula que le ganaron el juicio a Iskcon. Por tal motivo nunca quisieron escuchar las quejas de los devotos de la finca, ni nunca pusieron objeción alguna a los atropellos cometidos en contra de los devotos, y principalmente en contra de las Deidades. Lo único que les interesaba era el dinero.

Se sospecha que por ese mismo motivo Hridayananda Gurudeva se retractó del apoyo que le dio originalmente a la finca. En la demanda de los Gurukulis, se demandaba personalmente a varios GBCs, y entre ellos estaba incluido Howard Resnick, alias Hridayananda das Goswami. Si los Gurukulis querían confiscarle las sumas millonarias que ha acumulado a través de los años como fruto de su "carrera" devocional en Iskcon, pues mejor que le quiten el dinero a Costa Rica.

Y si gente incompetente como Guru Prasad Swami y sus secuaces querían mantener su puesto y la venia de la GBC, debían aportar dinero para que en Estados Unidos los vieran con buenos ojos. La realidad es que Guru Prasad Swami debió primero defender los intereses de los programas que supuestamente representa, como lo es Costa Rica.

Por desgracia, los Prabhucitos que le han servido de acólitos todo este tiempo a estos líderes corruptos, son cómplices de la gran ofensa en contra de Sri Sri Nitai Gourasundara por secuestrarlos, tratarlos como juguetes, y tratar de vender Su templo. Podemos entonces decir con confianza que la mala influencia de Guru Prasad Swami, Bhakti-bhusana y otros como Manonath y Virabahu, han sido determinantes en que nuevas generaciones de aspirantes a vaisnava se vuelvan ofensores como ellos mismos.

Por eso, en medio de la aparente devoción de los devotos en estas fotografías, su triste realidad es la de ser peones en un plan que no pueden ver ni pueden entender. Le hacen el juego a gente que sólo se burla de los devotos latinoamericanos, que los desprecia, que los considera inferiores, que se siente con derecho a robarlos, y que actúa como un parásito depredador. De todos modos, ¡Sonrían!

domingo, junio 21, 2009

¡Escucha, hombrecito! - 6


Por todo lo anterior, la atmósfera disfuncional de ISKCON es creación nuestra y de nadie más. Si nos hubiéramos opuesto a los tratos y actitudes irracionales, entonces habríamos puesto en práctica la instrucción de Srila Prabhupada que nos manda a “analizar todo cuidadosamente; nada deber ser aceptado ciegamente”, y en consecuencia, a rechazar por completo a hombres mundanos que en el movimiento de la conciencia de Krishna que se visten como vaisnavas.

Pero si tú crees que los prabhucitos nos hemos causado nuestro propio mal, entonces, ¿por qué has escrito tantos capítulos explicando cómo los líderes lo han creado?” Primero, es necesario conocer los síntomas de la enfermedad que está afectando nuestro organismo, porque sólo así podemos combatir la enfermedad en todas sus manifestaciones.

Segundo, tienes que estar convencido de que hemos desarrollado la enfermedad, y de que ésta representa una verdadera amenaza para la obra cumbre de Srila Prabhupada. Por último, si bien nosotros, los prabhucitos, creamos a nuestros amos, ellos también se prestaron al juego. Por lo tanto, no pueden negar su responsabilidad en lo que atañe a la dinámica que solícitamente contribuyeron a crear. Para revertir la situación, primero que todo tenemos que conocer cuán seria es nuestra situación, así como las implicaciones y consecuencias de la misma. De lo contrario, no seguiremos con convicción la prescripción.

Tendemos a negar nuestras percepciones por temor de cometer vaisnava-aparadha. Pero esa no es la única razón. También lo hacemos porque somos perezosos, porque tenemos temor de las represalias, porque estamos conscientes de que si procesamos todos los datos que sucesivamente ingresan en nuestra conciencia, y que constituyen pruebas irrefutables de la irracionalidad de algunos de nuestros líderes —cuán interesados, egoístas y petulantes son, e, incluso, cómo en varios casos su conducta se corresponde con la de los psicópatas—, entonces perderíamos nuestro idealismo. Pero también lo hacemos porque queremos permanecer ciegos. No queremos encarar la realidad de que si abriésemos los ojos, tendríamos que lidiar con el hecho de que algunos de nuestros adorables líderes tienen pies de barro. Sin embargo, Prabhupada sí la encaró, como nos lo cuenta Hari Sauri en su libro Diario Trascendental:

EL GBC MONTESSORI: JUEGAS MIENTRAS APRENDES.

"Prabhupada se quejó otra vez conmigo de los dolores que sentía en su pecho… Me explicó que los problemas en la administración [de ISKCON] le han creado un estrés excesivo. …Él dijo que no se desentendería por completo porque temía que ISKCON se volviese otro Gaudiya Matha. Prabhupada quiere que lo releven de administrar, pero me dijo que a menos de que él se convenza que el GBC sea capaz de trabajar maduramente, sin albergar motivaciones de carácter personal, no está dispuesto a dimitir".

Y desde su partida, a menos que nosotros lo hagamos, ¿quién o quiénes mantendrán honestos a aquellos que tienen motivos personales? Pero prabhucito, tú vas a contradecir esta propuesta con pensamientos necios relacionados con el pasado. Los pequeños Grandes Prabhus te explicarán lo trabajadores y sinceros que han sido los comisionados de la GBC. Te dirán esto y aquello. Pero no. No hemos de volvernos condescendientes. Tenemos que permanecer vigilantes. Ello es un signo de buena salud. Y ya que Prabhupada partió —e incluso, antes de haber partido— nuestra vigilancia está plenamente justificada. Prabhucito, ¿por qué tienes fe ciega en el actual sistema? Es muy bueno que te hagas dicha pregunta.

Quieres confiar ciegamente en el sistema, no por el deseo de cooperar con Srila Prabhupada, aunque en la práctica lo justificarás con esta misma razón. No obstante, tu verdadero motivo, ¡oh, prabhucito!, es que quieres tener paz y deseas disfrutar a ISKCON. No servirla, sino disfrutarla. Y tú sabes perfectamente bien que si “les sigo el juego a los pequeños Grandes Prabhus, eventualmente alcanzaré la cima, y entonces podré disfrutar aún más”. Si estás determinado a no ver, a no distinguir la verdad de la ilusión, ninguno te podrá detener, prabhucito. Aguarda el momento oportuno y trata afanosamente de ganarte el favor de los pequeños Grandes Prabhus, —consíguete uno o dos títulos, una puesto importante por aquí y otra por allá—. Gracias a ello, en tu interior te dirás que estás recibiendo la misericordia de Krishna, pero no te das cuenta de que estás perdiendo más y más de ti mismo en el nombre de la autorrealización.

"MAÑANA BANANA".

Prabhucito, la cualificación para entrar en el nitya-lila de Vrajendanandana no se basa en tu capacidad para disfrutar, sino en tu actitud servicial. Crees que quieres prema-bhakti, pero en realidad no tienes el deseo de servir. Si quieres servir, nunca, pero nunca permitas que otros te despojen de la responsabilidad de hacer tuyo la parte del legado que Srila Prabhupada nos dejó, y con ello contribuyas a que las cosas se sigan arruinando aún más. Permitiste que ellos te despojasen de tu responsabilidad, no porque amas a Prabhubada, sino porque quieres evadir el asumir responsabilidad. Quieres bienaventuranza, alegría y paz, pero sin pagar el precio de éstas: cantar el mantra Hare Krishna sin ofensas y practicar prolongada y correctamente servicio devocional. Anhelas moksa, prabhucito, no servir eternamente al Señor. Y a tus Grandes Prabhus les tiene sin cuidado que que anheles moksa. Ellos piensan que dicho logro es fantástico. Tu deseo de moksa les permitirá a ellos desbaratar a su antojo el legado de Prabhupada. No importa si lo hacen consciente o inconscientemente; el resultado es el mismo.

Sólo podemos destruirnos desde adentro. Específicamente, podemos ser destruidos únicamente si insistimos en querer ser prabhucitos o pequeños Grandes Prabhus. Así seremos destruidos de dos maneras: individual e institucionalmente. Lo único que se necesita para que la dinámica disfuncional, destructiva, prevalezca, es que los buenos devotos no hagan nada. Esta es la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.

K.d.

Nota 1: “¡Oh, gran fuerza de la verdad, que contra los artificios de los hombres, las astucias, las trampas, y contra las ficciones y las insidias de todos, sabe defenderse por sí misma!".

—Cicerón

¡Escucha, hombrecito! - 5


— VI —

El hombre verdaderamente grande toma muy en serio tu libertad. A fin de implantarla de una manera práctica, tiene que rodearse de muchos hombrecitos, colaboradores y mandaderos, porque por sí mismo no puede ejecutar dicho trabajo monumental. Además, si no se hubiera rodeado de pequeñas grandes personas, tú no hubieses podido comprenderlo y lo habrías dejado tirado en la orilla del camino. Rodeado de tantas pequeñas grandes personas, él se hace del poder para ti, o de una fracción de la verdad, o de una nueva y mejor creencia. Él escribe evangelios, promulga leyes que validan tu libertad, etc., y cuenta con tu apoyo y seriedad. Él te saca de tu ciénaga amoral. A fin de mantener unidas al montón de pequeñas grandes personas; a fin de no perder tu confianza, el hombre verdaderamente grande tiene que perder un pedazo tras otro de su grandeza, la cual fue capaz de alcanzar en la más profunda soledad intelectual, muy lejos de ti y del bullicio cotidiano, pero, aún así, muy cerca de tu vida. A fin de ser capaz de dirigirte, tiene que tolerar que lo transformes en un dios barato e inaccesible. Tú no hubieses llegado a tenerle confianza si él se hubiera quedado como el hombre ordinario que era…

El párrafo anterior nos pone a reflexionar. Curiosamente, ese pasaje es un comentario directo a nuestra última iniciativa reformista [1983], y a cómo los prabhucitos volvieron un rotundo fracaso ese esfuerzo conjunto, que a la postre convirtió en prabhucitos —o sea, iguales a los que pretendían rectificar— a aquellos que lo lideraron. Uno incluso podría concluir —teniendo presente que el prabhucito, a semejanza de su contraparte materialista, el hombrecito— quiere seguir siendo un prabhucito o quiere volverse un pequeño Gran Prabhu. Él quiere volverse sannyasi o dirigir el ministerio de la orden de sannyasa o cualquier otro ministerio. O volverse GBC o guru o adoptar cualquier otro cargo importante. Y, por supuesto, todos los prabhucitos están subidos en el mismo bote.

¡Qué barbaridad!, los líderes de nuestro último movimiento reformista sucumbieron al señuelo de convertirse en dioses inaccesibles. Ellos no pudieron permitir el sacrificio de su grandeza.

El pasaje citado arriba explica el por qué Srila Prabhupada también tuvo que rodearse de pequeños Grandes Prabhus, de la misma manera que lo hicieron sus predecesores. Sin embargo, por ser extraordinariamente grandes, ellos no sucumbieron al círculo vicioso descrito aquí, de pasar de la condición de ser verdaderamente grandes a convertirse en prabhucitos, porque no permitieron que las masas adoradoras los transformarse en dioses inaccesibles. Los prabhucitos tienen la manía de endiosar al acarya, creyendo que ello es una muestra de su fervor devocional. A decir verdad, no es más que un mecanismo mental para anteponer un gran trecho de distancia entre ellos y el acarya, y así proclamar su impotencia: “Ninguno como Srila Prabhupada”. “Únicamente tú eres ese insigne Srila Prabhupada”. De esa manera, los prabhucitos se desapoderan para seguir los pasos del acarya, cuyo mensaje es: “Entended el principio del parampara y volveos como yo”. “Haced como yo he hecho”. “De tal palo, tal astilla” [en inglés: Like father, like son]. Pero no. Los prabhucitos quieren desapoderar a tantos como sea posible, porque el prabhucito quiere que lo acompañen en su miseria.

— VII —

De esta forma, mismo produces tu nuevo amo. Al ser promovido a la posición de nuevo maestro, el hombre grande pierde su grandeza porque su grandeza radica en su franqueza y honradez, en su sencillez, en su coraje, en su comunicación directa con la vida.

He aquí un punto crucial que los prabhucitos tienen que entender: nosotros creamos a nuestros amos y los encumbramos a unas alturas tan fantásticas, que pierden el contacto con la realidad. Luego tenemos que pagar por nuestra necedad cuando las cosas salen mal. El precio de nuestra aquiescencia es el mismo, siempre. Por una parte, algunos prabhucitos se resienten al percibir franqueza, sencillez y coraje. Tienen mil maneras de ocultar su duplicidad [def.: doblez, falsedad] y hacerla pasar como “amor por la armonía”, “unidad en la diversidad” y cosas por el estilo. En cualquiera de los casos, ellos pierden contacto con la realidad.

"EVITA PERSONAS FALSAS".

En 1996, durante la reunión anual del GBC que se celebraba en Mayapur, un devoto antiguo se acercó a mí y me dijo: “Leí tu libro, Nuestra Misión. Hiciste un buen trabajo porque pudiste articular lo que todos sentimos. He escuchado que por haberlo escrito, ahora te quieren echar a la hoguera”. A continuación, haciendo un gesto con la cara para indicar el edificio donde se estaban realizando las reuniones del GBC, dicho devoto me confidenció: “Nadie está más apartado de la realidad de lo que está sucediendo en este movimiento, que las personas que están reunidas allí en estos momentos, decidiendo cómo dirigirlo. Ellos están en un estado de ilusión mayor que el de cualquier otra persona”. Devotos curtidos saben bien que la anterior declaración no necesariamente proviene de un sentimiento de maldad o de envidia; apoyándose en sus vivencias, les consta que es simple y sencillamente la presentación de un hecho. No obstante, pocos pueden determinar su grado de participación en este desarrollo de eventos. Y menos aún los que pueden lidiar con tales hechos palpables. Pero los que quieren tomar la larga ruta panorámica, lo exaltan como una muestra de virtuoso vaishnavismo. Por su parte, Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati nos advierte que evitemos a las personas falsas con el mismo cuidado que evitamos a las especies de animales con cuernos.

Creamos este cuadro enfermizo cuando, en nuestra prisa por procurarnos una vida espiritual cálida y sabrosa —hemos llegado a valorar más la comodidad y la seguridad que la verdad—, elevamos a nuestros amos al reino de la inaccesibilidad. Insistimos en eso para poder creer en ellos y respetarlos; sin embargo, por dicha adulación hemos tenido que pagar un precio muy alto. Ahora ellos no están en contacto con la realidad; se han distanciado de nosotros, pero están apegados a ser amos, razón por la cual se arrogan el derecho de imponernos su tiranía e irracionalidad. Los apoderamos para que actuaran de ese modo.

Hicimos lo mismo con el régimen de acaryas zonales. No fue su idea. Fue nuestra, en el sentido de que consentimos que dicho disparate ocurriese. Recuerda: los prabhucitos están desesperados de seguir siendo prabhucitos o de convertirse en pequeños Grandes Prabhus.

"PUES SÍ CHULIS, ME VOY A INICIAR CON FULANO GURUDEV, Y ÉL VA A GUIAR MI VIDA".

Queríamos eludir la responsabilidad que trae consigo el reclamar como propio el legado que nos dejó Srila Prabhupada. Queríamos que alguien se hiciera cargo de nosotros, y mientras esperábamos, nuestro pequeño Gran Prabhu aprovechó la oportunidad para volverse acarya zonal, un concepto absurdo que no tiene asideros en nuestra filosofía. Tuvimos una reforma, pero fue un engaño porque no produjo un cambio de actitud. En consecuencia, la misma atmósfera nada caritativa, opresiva, irracional, promotora del principio de “la fuerza colosal es lo ideal” que teníamos antes de la reforma, sigue vigente ahora. Nuestros pequeños Grandes Prabhus todavía siguen siendo nuestros líderes, y nosotros, los prabhucitos, seguimos siendo las ovejas.

Piensa en los devotos más autoritarios que conozcas en ISKCON. La mayoría probablemente tengamos a las mismas personas en mente, aunque no necesariamente estemos pensando en los mismos devotos. Ahora, imagínate tú diciéndoles a ellos, clara y firmemente, sin ambages ni temblores, que no aceptas su forma de proceder. Se los dices con toda la seriedad del caso. Y estás dispuesto de llegar al extremo de que si te agreden una vez más, harás todo lo que está dentro de tus capacidades para asegurarte de que ello no vuelva a ocurrir jamás.

Ahora, pondera lo siguiente: si hace muchos años te hubieses expresado de una manera tan clara, ¿crees que esas personas actualmente seguirían siendo tan autoritarias contigo? Quizás. Después de todo, los sueños de grandeza no se desvanecen con tanta facilidad. No obstante, ¿qué sucedería si varios hubiéramos hecho lo mismo, o sea, rehusarnos a consentir la postura autoritaria? De seguro, o las “autoridades” hubiesen enmendado sus errores y comenzar a caminar por el rumbo correcto, o, por el contrario, se habrían largado. En cualquiera de los casos, nuestro “modelo de sociedad positiva” [S.P.] estaría más cerca de estar materializándose.

¡Escucha, hombrecito! - 4

LA VIDA CÓMODA DEL HOMBRECITO.

A un vaishnava, a diferencia del Hombrecito, no le interesa procurarse una vida cómoda y sin preocupaciones. Un vaishnava ama la verdad. Él afrontará riesgos por la verdad que ama. Para él, ello es felicidad.

En el segundo volumen de la serie Nuestra Misión, leeremos que llevar una vida consagrada a la verdad es parte integral de la necesidad de desarrollar coraje. Aquellos que se dedican a divulgar la verdad tienen, por así decirlo, un mecanismo incorporado que les infunde coraje: el tener una conciencia tranquila. La satisfacción que produce el alcanzar y mantener una conciencia tranquila es tan gratificante, que las personas que la experimentan no querrán desprenderse de ella bajo ninguna circunstancia. Los prabhucitos, como los Hombrecitos, no pueden imaginarse dicho estado.

Ellos tienen que inventarse otro cometido o, si no, sacarán a relucir alguna razón majadera, y dirán que el predicador de la verdad debe ser ignorado porque no les gusta “el tono” o “el contenido ofensivo” de su discurso. Los prabhucitos argumentan: “Eres demasiado específico; …¡casi nombras a las personas!”. “No tienes comedimiento: ...¡citas reiteradamente referencias de comedores de carne!”. “No existe ningún precedente de que alguien se haya expresado así de otros devotos”. “Tu libro no lo aprueban los sastras”. “Dudo que estés complaciendo a Srila Prabhupada”. “No sabes lidiar con este tipo de temas; tienes que ser refinado y aprender la etiqueta vaishnava”. Por último, quizás la más descabellada de todas las objeciones: “La verdad no es relevante”. Los prabhucitos pueden ser personas detestables, petulantes, mentirosas, manipuladoras; no obstante, los predicadores de la verdad tienen que tragarse su orgullo y actuar de una manera que aquellos consideren beneficiosa, por más desagradecidos que sean.

Los mismos prabhucitos solían criticar la “técnica destazadora” de Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati. En su desesperado e irracional intento de no querer escuchar la verdad de sí mismos —verdad que muy fácilmente pudiesen descubrir si tan sólo se hacen un buen examen de conciencia—, están dispuestos a articular cualquier tipo de sandeces. Pero no se lo harán. Y si lo intentan, no conseguirán hacer una honesta valoración de sí mismos, porque se los impedirá las generosas pero distorsionadas apreciaciones que les sugieren las múltiples voces, las múltiples facetas de sus mentes alienadas, enfermas muchas veces [Harikesh das y Prithu das, para mencionar algunos]. “Los predicadores de la verdad no tienen tacto”, —alegarán los prabhucitos—. Su concepto de “tacto” es que la verdad ha de ser expresada de una manera tan vaga, tan ambigua, que ninguno pueda imaginarse de qué se está hablando. Entonces, los diferentes prabhucitos se arrogarán el mérito de aportar la correcta interpretación de la verdad, toda vez que su única intención es tratar de ganarse los aplausos de sus compañeros. O si no, los prabhucitos nos hacen saber que si el proclamador de la verdad actuase estratégicamente y se callase, entonces comprendería que ello le abreviaría muchos problemas. Ellos hasta podrían promoverlo y darle el rango de “Gran Prabhucito”. O en su defecto, los prabhucitos preferirían que el proclamador de la verdad se olvidara de ésta, y simplemente se dedicara a dar cátedras sobre la virtud.


El prabhucito se hace de oídos sordos cuando se trata de escuchar las enseñanzas de Krishna relacionadas con cómo evitar engañarse a uno mismo. Él usa la filosofía para drogarse, y así eludir convertirse en un realista con masa cerebral desarrollada, que es lo que precisamente implican los términos “prajña” y “conciencia de Krishna”. En esencia, el prabhucito se dice a sí mismo: “Prefiero más depender de la misericordia de Krishna, que emplear mi propia inteligencia”. ¿Será posible que los prabhucitos se imaginen que Krishna nos dio la facultad de la inteligencia sólo para que desistiéramos de usarla, por lo asombrosos resultados que produce? Y, ¿qué se puede decir acerca de la posibilidad de que dicho regalo del Señor sea cabalmente la misericordia por la han rezado tan fervorosamente?

Que los prabhucitos hayan sido capaces de inferir este entendimiento, —o sea, que es mejor volverse torpes en vez de seres humanos sesudos— basándose en la Bhagavad-gita y el Srimad-Bhagavatam, así como del ejemplo de nuestros acaryas, ¡es algo realmente asombroso! Pero los prabhucitos están totalmente convencidos de que tienen un dominio absoluto de la esencia de la conciencia de Krishna: el ser irracional es signo de avance, y el ser racional es síntoma de vanidad o “ego falso”.

Cuando el difusor de la verdad afirma que el no primar la verdad, sin importar cuál sea ésta, no es problema del difusor de la verdad sino de los prabhucitos, ¿cuál es la reacción de estos? Ellos dicen: “¡Oh, no!, nosotros no tenemos ningún problema. ¡Eres tú quien está en problemas!, porque a menos que nos dejes mandarte cómo desvelar el problema —y sólo en el caso de que llegásemos a aceptar tu diagnosis de que éste existe—, ¡nosotros nos encargaremos de causarte toda clase de problemas!". ¡Touché! [voz francesa que en el arte de la esgrima significa “¡tocado!” o el haber recibido una estocada del contrario].

Tras haber decretado la ley, el mismo prabhucito se sienta en la Vyasasana y le explica a su auditorio cómo Krishna está en control de todo, y cómo ha diseñado un plan para lograr nuestra purificación. Adicionalmente, nos exhorta a que veamos lo bueno en todo, y nos recalca cómo tenemos que llevarnos bien y cooperar con Srila Prabhupada. Él pronuncia su discurso con total convicción, y no percibe incongruencias de ninguna especie. ¡Eres honesto, prabhucito! Dices que anhelas la verdad, cuando en realidad lo único que quieres es que te adulen.

"SÓLO ME LAVO LOS DIENTES Y VOY A DAR LA CLASE".

Esa es la expectativa del prabhucito, porque en su fuero interno valora otras cosas más que la verdad. Por ejemplo: su popularidad y el guardar las apariencias. Él prima más su imagen o autoestima que el respetarse a sí mismo. A él le interesa más sentirse cómodo, amado y seguro, que vivir de conformidad con la verdad, la cual, de manera paradójica, preconiza a viva voz asegurando que es la meta de su vida. No obstante, internamente es un prabhucito amilanado, abatido por el desprecio que siente de sí mismo, sentimiento que quiere disfrazar como fidelidad a Srila Prabhupada. Lo peor es que se creen su propia propaganda.

Si se topa con alguien que no es igual a él; es decir, con alguien que no siente desprecio de sí mismo, que es optimista, dinámico, feliz y que inspira a los devotos a volverse seres pensantes, al prabhucito le dan espasmos de envidia y su mente se llena de incredulidad. A quienquiera que no pueda persuadir a fuerza de elogios inocuos, el prabhucito se las ingenia para avasallarlo con política artera. Increíblemente, el prabhucito cree que ese es su deber para con Srila Prabhupada.

Al diablo con cualesquiera que hayan tenido éxito donde él ha fracasado. En lo individual, cada uno de ellos sí asumió plena responsabilidad de sus vidas y, de ese modo, rehusó a convertirse en un prabhucito o en un Gran Prabhu.

sábado, junio 20, 2009

¡Escucha, hombrecito! - 3


— IV —

"Te diré quién eres:

Sólo un pequeño detalle te diferencia de los hombres verdaderamente grandes: el hombre grande, en un momento de su vida, también fue un hombre muy pequeñito; sin embargo, desarrolló una habilidad muy importante: aprendió a identificar en dónde radicaba su pequeñez a la hora de pensar o de actuar. Sometido a la presión de ejecutar una tarea querida para él, empezó a comprender cada vez más y mejor que el estado de ánimo de sentirse amenazado, provenía de sus propias pequeñez e insignificancia. El hombre grande, por consiguiente, conoce cuándo y en qué situación es un hombrecito. El Hombrecito desconoce que es pequeño, y no sólo no quiere, sino teme saberlo. Él tapa su poquedad y estrechez mental con ilusiones de fuerza y grandeza. Está orgulloso de sus grandes generales, pero no de sí mismo. Admira el pensamiento que no tuvo, y no el pensamiento que se le vino a la cabeza. Entre menos comprende las cosas, más las cree totalmente convencido. Así mismo, no cree en la certeza de las ideas que entiende con mayor facilidad".


Los prabhucitos son exactamente como Reich describe. El párrafo anterior no requiere de mayor explicación. El punto central es que el prabhucito, a causa de su pereza mental, no le gusta penetrar en el interior de la persona para descubrirla. No tiene el valor de quitarle a los demás las máscaras que se ponen y examinar concienzudamente su carácter, para verlos tal y cual son. Él teme conocer a los demás porque teme conocerse a sí mismo. El conocer a los demás irremediablemente conlleva a conocernos a nosotros mismos, y para hacerlo uno tiene que ejercitar la facultad, dada por Dios, de pensar analíticamente. Por pensar que no tiene el derecho de juzgar a los demás, el prabhucito se desapodera. Se desapodera en el momento que evita esa responsabilidad. De un modo necio y simplista, concluye que lo único que tiene que hacer es tratar de mejorar en el plano personal. Piensa que su única tarea consiste en hurgarse a sí mismo, pero no le ocurre que quizás el que funge como su superior, sea el individuo al que hay que hurgarle sus motivos y su proceder. En ISKCON a esto se lo llama pensar racionalmente. Es impresionante la diversidad de maneras que los prabhucitos utilizan para desapoderarse a sí mismos.

— V —

"…paulatinamente y dando palos de ciego, descubrí qué es lo que te hace esclavo: ¡TÚ ERES EL PROMOTOR DE TU PROPIA ESCLAVITUD! Ninguno más. Nadie excepto tú tienes la responsabilidad de haberte impuesto ese estado de esclavitud.

Pero te quiero dar una buena noticia: ¡solamente tú puedes ser tu libertador!

Vacilé al escribir la anterior oración. Me preciaba de ser un guerrero por la causa de la pureza y la verdad. Pero ahora, cuando llegó el momento de escribir la verdad sobre ti, dudé, porque temo de ti y de la actitud que asumirás cuando te presenten la verdad. Decirte la verdad representa un peligro para la vida. Es cierto: la verdad también infunde vida, pero se convierte en el botín de cuanta pandilla se haya formado. Si lo anterior no fuera cierto, no serías lo que eres ni estarían donde estás.

Mi inteligencia me dice: “Di la verdad, ¡cueste lo que cueste!”. El Hombrecito que hay en mí me objeta: “Es estúpido exponerse al Hombrecito, ofrecerse al altar de su misericordia. El Hombrecito no desea escuchar la verdad sobre sí mismo. No quiere asir con su puño la gran responsabilidad que le pertenece. Él quiere seguir siendo un Hombrecito o a lo sumo, volverse un Gran hombrecito. Quiere volverse rico, el líder de una filial del partido, el comandante de una legión, o el secretario de la Asociación para la Abolición de los Vicios. No obstante, no quiere asumir la responsabilidad de su trabajo…"



A lo largo de la historia, hemos sido víctimas de la tiranía de los Hombrecitos, cuya mayor contribución es perseguir a los se atreven a decir la verdad. En innegable: desvelar la verdad acerca de ellos representa un peligro para la vida. Tan sólo analiza la mentalidad del que dictó la conferencia que se presentó en el capítulo anterior [Tamal Krsna Goswami]. Los Hombrecitos instintivamente quieren convertir a los demás en enanos mentales, como ellos. Ellos evitan con vehemencia andar por el camino menos transitado —el camino de asumir la responsabilidad de sí mismos— y creen, fervientemente, que todos los demás deben seguirlos, porque a los enanos mentales les fascina la compañía [Misery loves company]. No pueden permitir que ni siquiera la advertencia de un ángel los desilusione.

Por lo tanto, los Hombrecitos mataron a Sócrates por el delito de “corromper a la juventud”, o, en el léxico de ISKCON, por “perturbar la fe a los devotos”. Ellos mataron a Cristo, a Giordano Bruno y le sacaron los ojos a Kuresha [el discípulo predilecto de Ramanujacharya]. También trataron de eliminar a Srila Haridas Thakura, a Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati y a otros heraldos de la verdad. Posteriormente, los mismísimos Hombrecitos se ponen a glorificar a sus víctimas y los declaran grandes hombres. Acto seguido, los endiosan y se inventan cultos en sus nombres. Dile cualquier cosa a un Hombrecito, pero nunca le digas la verdad. Con todo, la ironía del caso, es que la verdad y solamente la verdad volverá libre al Hombrecito. Lo mismo ocurrirá con el prabhucito.

Los prabhucitos representan un peligro para la vida de los proclaman la verdad. La única fortuna de los prabhucitos es que los predicadores de la verdad están dispuestos a arriesgar sus vidas para salvarlos. La historia de la humanidad está teñida con la sangre de santos excelsos que los Hombrecitos persiguieron y luego elevaron a los altares. Por lo tanto, los heraldos de la verdad, tras evaluar la situación, afirman: “Si tan sólo una persona se vuelve un hombre intelectualmente independiente, he de considerar un éxito mi empresa. Es mejor una Luna que millones de pálidas estrellas”. ¡Qué difícil es la misión de un predicador de la verdad!

HOMBRE Y PORTAFOLIO DETIENEN EL AVANCE DE LOS TANQUES CHINOS DURANTE LA REPRESIÓN EN LA PLAZA TIANANMEN, JUNIO DE 1989.

Si entre billones de personas, tan siquiera una deja de ser un Hombrecito —o, en nuestro caso, deja de ser un prabhucito—, el predicador de la verdad se siente satisfecho. En ninguna otra empresa puede alguien asegurar que está satisfecho con un resultado tan minúsculo. En ISKCON se tiene la tendencia a identificar como Lunas a todos sus miembros, pero si estudiamos cuidadosamente los discursos y escritos de Srila Prabhupada, podremos percatarnos de que él guardaba la esperanza de que tan siquiera una Luna emergiera de entre la multitud de estrellas. Y, por supuesto, jamás se le cruzó por la mente que las lunas fuesen nominadas por decreto.

El hecho de que los predicadores de la verdad son invariablemente perseguidos por sus contemporáneos, no es motivo para que nos callemos y dejemos de anunciar la verdad. La verdad es el único antídoto contra la ilusión. Un difusor de la verdad tiene que creer firmemente en la declaración satyam eva jayate [“Solamente la verdad triunfa”. Mundaka Upanishad, 3.1.6]. Esta fe consiste en albergar siempre la convicción de que la verdad saldrá victoriosa en todas las circunstancias, no porque alguien la defiende, sino porque yo doy la cara por ella. [Ver Nota 1]. Y, ¿por qué he de defender la verdad! Porque medito en la verdad, satyam param dimahi [“Yo meditó en Él, pues Él es la Verdad Absoluta”. Srimad-Bhagavatam, 1.1.1]. Vivo por y para la verdad. Estoy consagrado a la verdad. Soy un servidor tenaz de la verdad.

¡Escucha, hombrecito! - 2


(Seguramente ustedes conocen a Kurma Rupa Prabhu. Él es un discípulo de Srila Prabhupada de principios de los 1970s quien desde hace muchísimos años reside en India. Él es el director del proyecto "Care for Cows" en Vrindavan, dedicado a salvar y proteger a las vacas desamparadas de la zona.

Hablaba con él recientemente y me contaba algo sobre la génesis de los libros que escribió Kundali Prabhu, incluyendo el libro que contiene el capítulo
¡Escucha, hombrecito! Me dice que ambos vivían en Vrindavan en los 1990s, y allí llegaba mucha información sobre lo que pasba en Iskcon alrededor del mundo —caídas de los acharyas y gurus, proyectos que se colapsaban, el fanatismo de los nuevos discípulos manipulado a conveniencia de quienes ostentaban el poder, los pleitos y asesinatos, los despilfarros de los líderes con el dinero de la Sociedad, etc.

De allí le surgió a Kundali la idea de escribir para ayudar a poner todo este fenómeno en contexto. Kurma Rupa me contó sobre la intensidad y entusiasmo de Kundali para completar esta serie de libros. Desafortunadamente su distribución ha sido limitada, y además hasta el momento las traducciones del material al español han sido escasas. Esperamos publicar aquí el mayor número de traducciones de los escritos de Kundali.)

— III —

"...primero que todo, obsérvate a ti mismo. Mírate tal como eres. Oye lo que ninguno de tus Fuhrers o representantes se atreven a decirte:

¡Eres un hombre ordinario, …pequeño!

¡No!, …¡no te vayas corriendo. ¡Ten el coraje de observarte a ti mismo!

'¿Qué derecho tiene usted de decirme estas cosas?' Puedo ver cómo esta pregunta se dibuja en tu rostro aprehensivo, hombrecito. Tienes temor de verte a ti mismo; tienes temor de ser criticado, hombrecito, como lo tienes del poder que te prometen. No sabrás cómo usar ese poder. No te atreves a pensar que pudieras percibir a tu persona de otra manera: libre en vez de timorato; franco en vez de maquinador; una persona que ama deliberadamente y no alguien que actúa como un ladrón en la negrura de la noche. Te desprecias profundamente, hombrecito. Dices: '¿Quién soy yo como para tener mi propia opinión, para determinar el curso de mi propia vida y declarar que el mundo me pertenece?' Estás en lo correcto: ¿quién eres tú para decidir tu vida?"


Este es el retrato del hombre desapoderado. Un cero a la izquierda. Pero los prabhucitos piensan que esa es una condición natural para la persona consciente de Krishna. Ellos piensan que es el resultado normal de llevar a la práctica la enseñanza trinad api sunichena taror api sahishnuna... Pero no lo es. La psicología del prabhucito no es más que un disfrazado desprecio de sí mismo, sólo que racionalizado como la humilde actitud de un vaishnava manso. A decir verdad, la conciencia de Krishna lo infunde a uno de todas las aptitudes necesarias para encarar los desafíos de la vida. Esta es la lección que nos da Arjuna con su ejemplo. Conciencia significa vitalidad, un aguzado poder de percepción. Significa que uno no se siente desprovisto de poder, sino poderoso, en aras de Krishna.


Pero los prabhucitos lo tienen todo al revés. Ellos piensan que rendirse al Señor significa volverse cero, y que serán llevados al mundo espiritual tirados por la nariz. En realidad, dicho logro —alcanzar los pies de loto de Krishna— exige un arduo, tenaz esfuerzo para desembarazarse de la influencia de las tres modalidades de la naturaleza material. Por ende, Krishna dice que la discriminación sobre la base de las tres modalidades de la naturaleza es “la sabiduría suprema”. El Diccionario Conciso Oxford define sabiduría como “conocimiento sumado a la habilidad de aplicarlo crítica y prácticamente”. La inferencia es que tenemos que asumir una postura de responsabilidad plena para ejercer nuestra inteligencia en todos los asuntos y menesteres de la vida. A esto se lo denomina ver a través de los ojos de las Escrituras. Sin embargo, al presente evitamos a toda costa el trabajo de discriminar. Preferimos basar nuestra comprensión en la opinión popular, lo cual no es sustituto de ver a través de las Escrituras. Queremos una versión de conciencia de Krishna que nos evite el trabajo de pensar. En suma, queremos ser seguidores ciegos.

Otra manera de tratar de eludir el diligente esfuerzo que irrevocablemente nos impone la práctica de servicio devocional, es echar al hombro del guru todas las responsabilidades. En una ocasión, un nieto espiritual de Srila Prabhupada hizo una pregunta que resume el pensamiento de la mayoría de los devotos: “Si tú tienes un guru y te consta que él es un paramahamsa, ¿aún así tienes que hacer esto? [discriminar para determinar o no la veracidad, validez y corrección de las cosas].”

La pregunta conjuga a la perfección la mentalidad del prabhucito: “Si me rindo a alguien que asuma por mí todas las responsabilidades, de modo que yo sólo me dedique a cantar japa y comer prasadam, ¿qué hay de malo en ello?” En otra ocasión, ante una audiencia diferente, a un devoto se le salió la siguiente observación: “El énfasis que estás haciendo en toda esta responsabilidad es necesario sólo para las personas que no tienen un guru genuino. La mayoría de los devotos no entiende qué es guru-tattva. ¡Es un argumento vergonzoso! La inferencia es que si tú tienes un guru genuino, entonces la vida espiritual se torna fácil: ya no se requiere de esfuerzo alguno. Sin duda, éste es otro prabhucito. ¿Acaso Krishna peleó por Arjuna, o inspiró a éste a no hacerlo? Por otra parte, ¿no es este objetivo la función básica del guru; es decir, hacer que sus discípulos den lo mejor de sí?

En otra oportunidad recibí una carta que decía: “Tú propugnas emplear la inteligencia para volvernos conscientes de Krishna. Yo prefiero el sendero de escuchar el néctar de los pasatiempos del Señor”. Vaya, vaya, …¡como si hubiese dos senderos! A decir verdad, el acto de escuchar los pasatiempos requiere de inteligencia para comprenderlos en su correcta dimensión. Esta es la razón por la cual nuestros acaryas hayan escrito vastos y minuciosos comentarios. Estos prabhucitos no caen en la cuenta de que el gurú paramahamsa, si realmente lo es, les va a enseñar a volverse personas intelectualmente independientes. Dicho en otras palabras, tenemos de asumir la responsabilidad de volvernos asammoha [libres de la ilusión]. El guru nos enseña a volar; él no vuela por nosotros.

Y en lo que corresponde al prabhucito que escribió la carta en la dice preferir otro sendero, he de afirmar categóricamente que no tenemos dos senderos. Sólo tenemos un sendero: bhakti-marga. No obstante, las personas que caminan el sendero enfatizan diferentes aspectos del proceso global. Tenemos a los bhajananandis y a los ghosthyanandis. Ambos son genuinos. Con todo, los seguidores de Srila Rupa Goswami están conminados a volverse ghosthyanandis. Pero si alguien insiste en ser un bhajanandi, no tenemos el derecho de censurar a esa persona. De la misma manera, no podemos censurar a la persona que quiere convertirse en un ghosthyanandi y, de esa forma, cumplir cabalmente con el deber de un predicador, que es discriminar. Y discriminar obligadamente se traduce en darse a la tarea de analizar de forma continua tanto el mundo exterior como su mundo interior, para así tener el poder de diferenciar la realidad de la ilusión, y, por extensión, animar a los demás a que hagan lo mismo en la medida que se lo permitan sus propias capacidades.


Sin embargo, los prabhucitos quieren evitar volverse ghosthyanandis (¡demasiado trabajo!) y, simultáneamente, no asumen el serio compromiso de ser bhajanandis (de nuevo, ¡demasiado trabajo!). En vez de ello, so pretexto de absorberse en la audición de “los lilas nectáreos”, tratan de eludir la responsabilidad de reconocer por sí mismos la realidad y la ilusión. La sutil noción que subyace a la adopción de esta resolución es: “Me arrojaré de cabeza a la realidad, y de ese modo me zafaré de la ilusión”. Esta noción es una ilusión en sí misma. Es el modo “ayudante mágico” de practicar conciencia de Krishna. Ahora bien, los prabhucitos no quieren escuchar esta clase de exposiciones. No entienden que zafarse de las garras de la ilusión entraña la aplicación de un procedimiento científico. Simplistamente, lo prefieren hacer sólo mediante buenos deseos y ofrecimiento de oraciones.

viernes, junio 19, 2009

¡Escucha, hombrecito! - 1

WILHELM REICH

por Kundali das

(En la década de los 1990s, un discípulo de Srila Prabhupada llamado Kundali das escribió una serie de libros enfocados a que los devotos desarrollaran un criterio propio sobre todo lo que estaba sucediendo en Iskcon. Estos libros fueron muy bien recibidos por cierto sector del Movimiento, pero rechazados y satanizados por los líderes, pues ponían en evidencia las carencias existenciales que tenía —y que sigue teniendo— la Sociedad.

Kundali fue prácticamente echado de Iskcon a causa de sus escritos y a partir de entonces siguió una vida independiente privada. Su obra es muy importante pero los líderes la descalifican argumentando que Kundali no es muy buen devoto, etc. Sea como fuere, su aportación a la conciencia del Movimiento está allí y cualquiera que lea sus libros con objetividad aprenderá mucho.
¡Escucha, hombrecito! es el capítulo 16 de su libro Nuestra Misión, Parte Dos. Este capítulo, ¡Escucha, hombrecito!, aparecerá aquí en «El Tambor Rugiente» en 6 entregas. Esperamos que nuestros lectores puedan apreciar su contenido. Traducción al español cortesía de Aniruddha Prabhu.)

— I —

En 1933, Wilhelm Reich publicó el libro La psicología de masas del fascismo, en donde explicó detalladamente cómo el autoritarismo no es la consecuencia natural de factores económicos críticos o la planificación social basada en maniobras que hacen los líderes políticos. El autoritarismo surge de las masas. Específicamente, es la expresión colectiva del temor de no querer ser libres. Ya que si ellos no temiesen a la libertad de asumir la responsabilidad de pensar por ellos mismos —que es lo que Prabhupada quería que ISKCON nos enseñase—, las masas jamás dejarían que líderes autoritarios los deshumanizaran, los aterrorizaran, los arruinaran tanto externa como internamente.

Resumiremos la idea de Reich y presentaremos la esencia de la misma. No tardó mucho para que los nazis prohibieran su obra, porque, como sucede siempre, los libros son censurados, vilipendiados o expurgados cuando atacan la raíz del problema. Los que se consideran aludidos o de cualquier modo criticados, son los que ordenan a gritos la desaparición de los mismos. Posteriormente, en 1945, Reich escribió ¡Escucha, hombrecito! (Listen, Little Man), una versión abreviada de su libro anterior, pero que conserva la médula de éste. Si podemos entender el concepto de “hombrecito”, seremos capaces de comprender en quiénes radica, por excelencia, la responsabilidad de la actual mala dinámica de ISKCON: no en los líderes, sino en nosotros, los devotos comunes y corrientes. Como en todo fenómeno social o emocional, se requiere de dos personas para bailar un tango.


Una oración en la cubierta trasera de ¡Escucha, hombrecito! nos hace saber cuál es el enfoque del libro: “El autor enérgicamente afirma que el precio de la aquiescencia [sumisión absoluta o decir “sí” a todo] es la tiranía...”. De la misma manera que la aquiescencia del hombrecito da lugar a la tiranía, la aquiescencia de los prabhucitos de ISKCON ha hecho que nuestra sociedad haya fracasado por consentir lo inaceptable: conductas irracionales y autoritarias. La atmósfera creada por el autoritarismo arruina la psiquis humana. Por reprimir sus emociones, hace que la víctima se vuelva neurótica, lo que, a su vez, se traduce en conducta aberrante en algunos o todos los ámbitos de la vida, dependiendo del grado de reciedumbre de aquella. Por consiguiente, hemos sido testigos de abuso infantil y vil pederastia, de tráfico de influencias “devocional”, de adopción de medidas unilaterales y/o arbitrarias sólo consentidas por los “altos mandos” de la institución, de apropiación indebida de bienes o su venta para usufructo personal, de aplicación de la filosofía de “might is right” [“la fuerza colosal es lo ideal”], de un empecinamiento total a no atender las necesidades de los devotos de base, de enajenación, megalomanías y complejos de grandeza, de discriminación basada en el color de la piel y el género, de un nivel de irracionalidad que ha persistido por más de 3 décadas y no da muestras de cejar, y de otros síntomas perturbadores que perjudican la estabilidad de nuestra institución. Tristemente, adolecemos de un espectro impresionante de neurosis.

Estos síntomas son indicativos de una insatisfacción reprimida en nuestras vidas, que somos miembros de en una institución que se precia de ser “el modelo de una sociedad positiva”.

Cuando los prabhucitos confunden la humillación con la humildad; cuando por falta de agallas pasan por alto temas vitales para la comunidad (so pretexto de “dedicarse a practicar bhajana”); cuando no demandan a los líderes que se conduzcan según parámetros racionales y no exijan respeto para sí sino se lo ganen; cuando no objetan los actos cuestionables que éstos perpetran —quizás cometidos contra su propio compañero—, los prabhucitos crean la atmósfera propicia para la instauración de una dinámica autoritaria. Lo que conseguimos es un grupo orgánico sin conciencia en el cual ninguno asume responsabilidad por lo que está sucediendo en el interior del grupo. Entonces empezamos a precipitarnos hacia abajo en un movimiento espiral, o, incluso, en picada. Ninguna cantidad de reajustes administrativos superfluos resolverá este problema interno. El prabhucito que todos llevamos dentro tiene que ser curado primero. En realidad, mejor que curado, hemos de decir eliminado, exterminado.

Estudios relacionados con dinámica de grupos prueban que en tanto miembros del mismo permitan que el prabhucito se haga cargo de su actividad pensante, el grupo permanecerá potencialmente falto de conciencia e, incluso, se volverá malvado. ...A menos y solamente hasta que cada miembro se vuelva directamente responsable de lo que acontece en todo el organismo del cual él o ella forma parte. Aceptar esa responsabilidad es una de las cosas que Srila Prabhupada quiso inculcar cuando dijo que ISKCON es para formar “hombres intelectualmente independientes”.

— II —

¡Escucha, hombrecito! contiene numerosos pasajes dignos de mención y relevantes para nuestra institución. Por lo tanto, recomiendo a mis lectores que obtengan una copia de este libro y lo lean detenidamente. Para trasladar un indicio del concepto de hombrecito que Reich expone, citaré una selección de pasajes del libro y haré un comentario al cabo de cada uno:

"Él (los miembros ordinarios de la sociedad) tiene que aprender a distinguir la realidad, que es lo único que puede contrarrestar su desastrosa ansia de hacerse de autoridad. A él se le debe indicar claramente cuál es su responsabilidad, ...toda vez que convierte a niños sanos y vivarachos en entes lisiados, robots e idiotas sin moral; toda vez que para él el Estado está antes que la ética, la mentira antes que la verdad, la guerra antes que la vida. Por lo tanto, es harto necesario enseñarle al hombre ordinario cuál es su responsabilidad, porque el niño y la salvaguarda del futuro del niño, constituyen nuestra única esperanza".


En nuestro caso, convertimos individuos en siervos de la institución, que aquí toma el lugar del Estado. Además, la institución antecede a lo que es probo, y nuestra función es hacer que la gente se acomode a como dé lugar a la institución. “Desastrosa ansia de hacerse de autoridad” significa, sin importar la retórica que empleemos —amor, compasión, servicio, entrega— que el verdadero objetivo del movimiento es lograr la sumisión de la persona a la autoridad. En principio, ello supuestamente nos ayuda a alcanzar los pies de loto de Krishna, pero, funcionalmente, por el inevitable proceso de alineación que ello conlleva, la autoridad lo sustituye.

Esta circunstancia no es enteramente culpa de nuestros líderes. Es también culpa de los prabhucitos, que prefieren adoptar una actitud de brazos caídos e indiferencia ante las múltiples anomalías que ocurren en nuestra sociedad, y siempre encuentran alguna manera de manipular la filosofía para inocularnos contra la realidad. Los prabhucitos usan las enseñanzas de la conciencia de Krishna para aletargar nuestras percepciones. Ello es la antitesis de la verdadera conciencia de Krishna, que significa vivir en un estado de percepción muy aguzado.

Cuando nuestra cooperación sea consecuencia de semejante estado de existencia, entonces realmente estaremos poniendo en práctica nuestro amor por Srila Prabhupada. No debemos actuar como un niño inocente que se deja guiar por unos padres supuestamente benignos. No engañéis, pero tampoco os dejes engañar. Tenemos que dar este paso, ya que el éxito de ISKCON depende de ello. También nuestro éxito individual depende de asumir esta actitud.

lunes, junio 15, 2009

Click: Bienvenidos a Buenos Aires

El Movimiento Hare Krishna tiene una gran trayectoria en Sudamérica. Uno de sus retos principales actuales es preservar su integridad. Esto sólo es posible con un liderazgo competente y realmente ilustrado, que pueda transmitir el sentido auténtico de su linaje espiritual. ¿Son los líderes sudamericanos capaces de cumplir dicha misión? ¿O quizá alguna carencia personal los obligue a tolerar los vicios que surgen?


"Hola, soy un brahmana brasileño con mi cordón brahmínico al hombro. Ante el altar les mando este elocuente saludo. No se fijen en mi atuendo, ni en que le estoy mostrando mis pies y mis genitales a las Deidades y a la Silas. Tengan un buen día".

"Haribol. Soy Narayana Parah, un brahmana de Buenos Aires orgulloso discípulo de Hanumat Presaka Swami, y que además doy cursos sobre etiqueta vaisnava. Por cierto, ¿ya se fijaron que me encanta el pool? A la izquierda está mi ex, Ekanta. A la derecha está Madhurya, quien era esposa de Krsna Govinda (al extremo derecho), pero empezamos a "rolar" y se fue conmigo. Nunca nos casamos pero ya tenemos dos hijos. Claro, eso no me impide salir con otras chicas ni perderme de mi pasatiempo favorito, la pornografía".

"Aquí Narayana Parah de nuevo. Aunque hace tiempo mi guru me removió el cordón brahmínico por mis picardías, ya me lo devolvieron y puedo seguir haciendo de las mías. En esta imagen comparto con ustedes mis hábitos de limpieza. Por cierto, qué rico huele la cerilla de mis oídos".

Esta bien ser alegre y jugar. Pero, ¿en la cocina del templo de Buenos Aires?

Si no se portan bien, Murti Murti les va a enviar este semidios para que les enseñe a portarse como paka vaisnavas.

jueves, junio 11, 2009

Suras y Asuras


por Radha Krishna das

ÁNGELES Y DEMONIOS

Los devotos y los demonios. Los justos y los impíos. La religiosidad y la irreligiosidad. La luz y las sombras. Y si en la era Satya los santos y los malvados vivían en planetas distintos, en Treta Yuga ya vivían en el mismo planeta —aunque en diferentes continentes. Y si para Dvapara Yuga los Suras y los Asuras se encontraban en la misma familia, en Kali Yuga —nuestra era— el Sura y el Asura viven el mismo cuerpo, nuestro cuerpo.

Pero estoy seguro que mis dos lectores se dieron cuenta de inmediato que con lo anterior no me estaba refiriendo a ninguna lucha cataclísmica entre el bien y el mal dentro del vaisnavismo contemporáneo, sino a la película «Ángeles y Demonios» de reciente estreno.

También estoy seguro que mis incontables detractores querrán decir: “¡Ajá!, finalmente tenemos a RK confeso de que va a cines, y por lo tanto vive en maya”. Pero no podrán decirlo porque usaré los mismos argumentos de Paramgati para seguir oliendo a rosas. Ahí les van:

PARAMGATI AL RESCATE

* Este fue un evento que ocurrió una sola vez. Yo nunca antes había ido al cine, pues mi vida está completamente dedicada al servicio de Srila Prabhupada.

* Asistí al cine porque quería acompañar a devotos más jóvenes para supervisarlos, pues si hubieran estado solos habrían caído en maya.

* De cualquier manera, en la película aparecen juntas dos estatuas humanas, y en perspectiva parecen un Visnu con cuatro brazos, lo que hace que esta película sea consciente de Krishna.

SRI VISNU, SRI VISNU, SRI VISNU.

* Además, en la película aparecen varias escenas del Vaticano donde hay bellos arreglos florales. Patram puspam phalam toyam. Quien Me ofrece con devoción una flor.... Entonces, ofrecimos todas esas flores al Señor Krishna —diciendo Sri Visnu, Sri Visnu, Sri Visnu— y con esto toda la película se volvió prasadam. Es como cuando los sankirtaneros entraban a una panadería y le ofrecían mentalmente todo el pan a Krishna —y la panadería completa se volvía prasadam.

* Considerando todo lo anterior, ver esta película fue una experiencia devocional completa. Es más, quienes no la vieron están en maya y sus críticas a mi persona son pura envidia hacia los devotos del Señor.

DEJA-VU

Inicio señalando que la película está basada en un libro del mismo nombre, y que no lo leí ni lo voy a leer. Así que todo lo expresado aquí será de la versión filmográfica.

La impresión más importante que me dio «Ángeles y Demonios» fue que a cada momento me sentía en Iskcon. Era un deja-vu continuo, con un desfile de personajes ya conocidos, una serie de lugares ya visitados, y unas circunstancias ya experimentadas. La cantidad de paralelismos era impresionante. Y precisamente de eso se trata esta nota.

El filme inicia cuando unos científicos en Suiza logran crear antimateria, la cual es muy inestable y —para protegerla— la tienen en una pequeña cápsula que, mal manejada, provocará una explosión tipo bomba atómica. Pero la antimateria es robada, al parecer por los Illuminati [1], para poner en jaque a la Iglesia Católica, la cual se encuentra en medio de una sucesión papal. Y para complicar las cosas, cuatro cardenales papables son secuestrados antes del Cónclave.

VANDALISMO INSTITUCIONAL

La Iglesia manda llamar a Robert Langdon, un no-católico experto en simbología y en los Illuminati, para ayudarlos a descifrar las pistas que pueden conducirlos hacia los cardenales secuestrados. Como el Sr. Langdon ha escrito libros críticos de la Iglesia, los eclesiásticos le preguntan al llegar al Vaticano: "¿Es usted anti-católico?". Su respuesta es: "No soy anti-católico, sino anti-vándalos". Aquí se estaba refiriendo a un papa del siglo XIX que mandó mutilar a varias esculturas vaticanas de desnudos masculinos quitándoles sus partes nobles, y a las que posteriormente se les tuvo que añadir una hoja de parra como remiendo.

Eso me recordó el caso de «El Tambor Rugiente», y de todos aquellos que han tenido una actitud crítica hacia el vaisnavismo contemporáneo. ¿Somos anti-vaisnava? ¡No!, somos anti-vándalos. Muchos creemos que el vaisnavismo actual, específicamente en Iskcon, ha sido vandalizado por individuos que consciente e inconscientemente lo han alterado, desfigurado y desmantelado. Y ese vandalismo es más que evidente:

1. Se ha impuesto a gente no calificada en el papel de maestro espiritual, deformándose la integridad de la sucesión discipular. Ese es un tipo de vandalismo.

2. Se ha permitido un sistema de gobierno, a nivel de la GBC, totalmente viciado, corrupto y estancado. El resultado es un deterioro de la calidad y dimensión de los programas. Esto también es una forma de vandalismo.

3. Los líderes han cambiado sus prioridades. Ahora buscan adquirir y explotar una franquicia de poder. Esto frecuentemente resulta en robos, indiferencia por el bienestar de Iskcon, etc. El líder termina convirtiéndose en un vándalo que saquea los recursos de la institución.

4. En el mundo de habla hispana los programas han caído en la mediocridad. El Movimiento aquí se encuentra en un punto histórico bajo. Templos semivacíos o que se cierran, carencia de líderes locales, pleitos intestinos, cuentas turbias, etc. Todos estos son actos vandálicos en contra de la institución que Srila Prabhupada fundó.

Entonces, ¿somos anti-vaisnava por señalar todas estas fallas? Claro que no, simplemente estamos denunciando todo el vandalismo ocasionado por quienes buscan para sí poder y adoración a expensas del futuro del Movimiento.

MAL KARMA

En la película, parece que los Illuminati quieren que la Iglesia pague el karma por haber perseguido y asesinado a los científicos Illuminati en el pasado. Por eso son secuestrados los cuatro cardenales, y se planta la volatil antimateria en el Vaticano.

A Iskcon también le está tocando pagar algunos karmas. El más severo hasta el momento ha sido los casi 10 millones de dólares que Iskcon le tuvo que pagar a los Gurukulis por los abusos que sufrieron. Mientras los GBCs y Acharyas se daban la gran vida, los niños eran sujetos de indescriptibles vejaciones y negligencias. Algunos incluso se suicidaron luego de “graduarse” del Gurukula.

SRILA PRABHUPADA FUE ENVENENADO

Como parte de la trama, el Papa bueno muere envenenado. Al final aparece que el culpable fue el camarlengo —su asistente y protegido más cercano. ¿La razón? No le gustaba cómo el Papa bueno quería que la gente entendiera mejor la fe cristiana, y él prefería darle pan y circo a los creyentes. En consecuencia, el camarlengo vio al Papa como un obstáculo para sus propios planes y aspiraciones.

En Iskcon, desde hace años circula la hipótesis de que Srila Prabhupada fue envenenado con arsénico por sus discípulos más cercanos. Estas teorías se encuentran sustentadas con grabaciones incriminatorias, evidencia sospechosamente desaparecida, la existencia de un motivo para consumar el envenenamiento, etc.

La cuestión técnica de dicho envenenamiento no es injerencia de esta nota. Lo que sí sabemos es que el Movimiento mismo está siendo envenenado por gente que creyó que podía hacer todo mejor que Srila Prabhupada. Para ellos, Srila Prabhupada se ha convertido en un obstáculo para lograrlo. Y podemos ver fácilmente las evidencias de este envenenamiento del cuerpo institucional de Srila Prabhupada:

1. Para quienes quedaron como líderes del Movimiento después de noviembre de 1977, los libros de Srila Prabhupada no eran lo suficientemente buenos. Así pues, ordenaron que fueran reeditados sistemática y masivamente para hacerlos supuestamente mejores. Díganme si eso no es envenenar uno de los principales legados de nuestro maestro.

2. Cuando Srila Prabhupada estaba presente entre nosotros, él era el acharya o maestro de la institución. Pero luego de que él partió de este mundo, sus sucesores decidieron establecer 11 acharyas, lo que para ellos significaba 11 veces mejor. Claro, luego vimos lo venenoso de esta propuesta, que sólo causó infinidad de conflictos internos en el Movimiento.

Al respecto, recuerdo que una vez en Mayapur el ex-Swami Harikesa dio la clase matutina, y propuso alabar más y más a los 11 acharyas, pues así estaríamos alabando más a Srila Prabhupada. Él argumentaba que el elevado status de ellos señalaría un status todavía superior de Srila Prabhupada. La realidad es que Srila Prabhupada fue relegado a un segundo término en medio de la orgía de adulaciones y servilismo fanático que aparecieron. Harikesa mismo —luego de tanta adulación— terminó diciendo ser Krishna.

JAYA JAGADISH Y HRIDAYANANDA EN LOS 1970s.

Un caso similar se dio cuando el Ministerio de Audiocasetes de Hridayananda estaba en Los Angeles a cargo de Jaya Jagadish das, un discípulo de Srila Prabhupada y gran cuate entonces de Hridayananda. Un día él me mostró la grabación de una conferencia de Hridayananda donde le preguntaban: “¿Quiénes son más afortunados, los discípulos de Srila Prabhupada o tus discípulos?” La predecible respuesta de Hridayananda no se dejó esperar: “Mis discípulos son más afortunados porque tienen a Srila Prabhupada y me tienen a mí”. La audiencia se puso a berrear: "¡Jaya Acharyadeva!". La grabación no fue distribuida en casete debido a las objeciones de Jayajagadish [2]. Ellos siguieron siendo amigos, hasta que años después Jaya Jagadish le cuestionó a Hridayananda estar coqueteando con su esposa.

3. Durante un juicio entre Hansadutta y el BBT, éste demostró —a pesar de todos los vicios en su vida personal— que la GBC había desobedecido las órdenes de Srila Prabhupada relativas al BBT: Cambiaron la razón social del BBT, nombraron y removieron síndicos arbitrariamente, reeditaron sin autorización sus libros, establecieron políticas manipuladoras en la venta de los libros.

En medio del caso, el BBT trató de minimizar la posición de Srila Prabhupada diciendo que él era un “author for hire”, o sea un “autor bajo contrato” a las órdenes del BBT, lo que significaba que él era un lacayo de los síndicos del BBT [3]. ¿No es eso envenenar el cuerpo social de Srila Prabhupada? Y al final el BBT perdió el juicio luego de gastar 500,000 dólares en abogados.

4. Iskcon está abrumado por juicios ante tribunales. Cuando no es la demanda millonaria de los Gurukulis, es el pleito legal entre la GBC y los Ritviks de Bangalore. Si no es el juicio de Hansadutta contra el BBT, es el de los Ritviks de Long Island contra la GBC. Si no es el conflicto de quienes recabaron los fondos para el templo de Buenos Aires y no reciben cuentas claras, es el pleito judicial sobre la propiedad de Guadalajara. Y cuando no es la batalla legal en Costa Rica, es el juicio inquisitorio en contra de Ramanya. ¿No significa eso envenenar a Srila Prabhupada, a su Iskcon?

Lo anterior me recuerda la cita de Srila Prabhupada en el Adi Lila, 12.8: “A pesar de las órdenes del maestro espiritual de formar un cuerpo de gobierno y ejecutar las actividades misionales de la Gaudiya Matha, las dos facciones desautorizadas iniciaron litigios que continúan sin resolverse después de 40 años”. Srila Prabhupada se refiere aquí a las dos facciones principales de la Gaudiya Matha. En Iskcon hay muchas facciones litigando. Después de 30 años que Srila Prabhupada dejó este mundo, los litigios son un indicio de la incompetencia, arrogancia, y desobediencia que envenenan al Movimiento.

5. De ser un movimiento dinámico con gente de la localidad, muchos templos se han convertido en centros de reunión para hindúes. Quizá a los devotos de habla hispana no les haya tocado ver esto por la ausencia de hindúes en sus comunidades locales. Pero en Estados Unidos e Inglaterra este fenómeno es muy visible.

MAHAVIDYA DAS, DESTERRADO DEL MANOR.

Está muy bien que los hindúes participen en los templos de Srila Prabhupada. Lo que está mal es cambiar las normas existentes para satisfacer a los hindúes. El escándalo más reciente se dio en Inglaterra cuando Mahavidya das (ACBSP) fue expulsado del Bhaktivedanata Manor por denunciar a las autoridades de celebrar bodas para hindúes en el templo. Srila Prabhupada dio indicaciones contundentes que no se debían celebrar bodas en el templo para parejas no iniciadas, que las ceremonias sí se podían celebrar pero en otro aposento y no delante de las Deidades, y que ellos deberían traer a sus propios sacerdotes. Como los Iskconianos actúan de sacerdotes de las bodas y reciben fuertes donaciones, no tienen empacho en desobedecer a Srila Prabhupada.

En el mismo Manor encontramos cómo los hindúes del consejo desobedecieron a la GBC y conservaron a un tal Gauri das en funciones de relevancia a pesar de que se le había encontrado culpable de abuso a menores en el Gurukula y se ordenó que no tuviera puestos de autoridad.

Y ya ni hablemos de templos en los que se hacen ceremonias a semidioses para complacer a los hindúes. Estas son muestras más de cómo el cuerpo institucional de Srila Prabhupada está siendo envenenado.


6. Otra instancia de esto es el Temple of Understanding de Mayapur, que lleva más de 30 años en fase de planeación. Srila Prabhupada hizo arreglos para que se construyera con las utilidades de la venta de libros. En otras palabras, el Templo sería como un termómetro de la cantidad de libros distribuidos.

La misma GBC reconoce todavía en 1989 este postulado, pues en su resolución 44 inciso "e" de ese año estipula claramente lo siguiente: "El financiamiento para esta construcción [del templo] deberá provenir de la distribución mundial de libros". Pero como el brhat-mrndanga se colapsó hace años, ahora el esquema de financiamiento depende de las contribuciones de los hindúes, y vamos a ver cuántos caprichos se les deberán cumplir.

7. En el inciso "b" de esa misma resolución se estipuló que: "El tiempo total de planeación y construcción [del templo] será de 15 años, iniciando en marzo de 1989". Cualquiera que asistió a un kínder sabe que los 15 años a partir de 1989 se cumplieron en 2004. Pero estamos en 2009 y no se ve el templo construido. Los oficialistas nos darán muchas explicaciones para esta demora, pero alguien que no sea tonto podrá entender que la demora es debida a la indiferencia, a que cada quien tiene su propio proyecto y a que la sociedad no está realmente unida pues es como un conjunto de señoríos feudales. A mi criterio este es otro caso de envenenamiento del movimiento de Srila Prabhupada.

En conclusión, todos los anteriores son indicios palpables de que el Movimiento de Srila Prabhupada ha sido envenenado internamente. Y así como la lengua morada del difunto Papa era síntoma del atentado, la disfunción de Iskcon, e Iskcon Latinoamérica, son la evidencia del envenamiento que se vive actualmente.

DE CIENTÍFICOS Y PERSECUCIONES

La trama de la película está llena de simbolismos que no tienen relación con la saga iskconiana. Sin embargo, hay uno muy interesante que sí me recuerda a Iskcon. Según la película, siglos atrás la Iglesia persiguió a los científicos —los Illuminati— y los mandó matar por contradecir el dogma eclesiástico.

En Iskcon, todo aquel que contradice el dogma eclesiástico inventado por las autoridades de la institución, es perseguido, ridiculizado, y destruido de cualquier manera posible. También es sujeto de exterminio social todo aquel que se ponga en el camino de los intereses materiales o las masturbaciones mentales de los líderes en turno. Esto lo hemos visto desde tiempos de Pradyumna Prabhu hasta el día de hoy en casos como los de Ramanya y Mahavidya Prabhus.

Además, en el caso particular de los científicos de Iskcon, estos simplemente se mueren. Los científicos por excelencia de Iskcon —Bhaktisvarupa Damodar Swami y Sadaputa Prabhu— murieron prematuramente en condiciones lamentables. Bhaktisvarupa Damodara murió en octubre de 2006 de un ataque al corazón semanas después del atentado terrorista en el templo de Manipur donde él estaba presente y fue herido. Sadaputa se ahogó en su casa mientras nadaba en septiembre de 2008.

Lo anterior es un mal augurio que simboliza el deterioro del orden racional, coherente y científico dentro de la institución. Es un indicio de que está triunfando el Iskcon pre-científico, de brujería, de mitos, y de la fantasía.

CONCLUSIÓN

Todo lo dicho en esta nota no es para exhortarlos a que vayan a ver la película. Esto no es necesario. Cualquiera que tenga alguna relación o participación con Iskcon tendrá más intriga, traiciones, irracionalidad y vandalismo que la existente en el mejor drama de acción de Hollywood.

Mi amigo Niscintya das, de Los Angeles, me decía precisamente eso. Así como el mundo contemporáneo tiene «The Godfather» (el Padrino), en Iskcon está «The Godbrother» (el Hermano Espiritual), con más emoción que la familia Corleone. Nos reíamos mucho de eso, aunque sabíamos las tristes implicaciones que esto tenía.

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[1] En la película, los Illuminati eran una organización científica secreta que siglos atrás había luchado en contra de la Iglesia para avanzar en la modernidad, pero fueron atacados por ella y muchos fueron asesinados.

[2] Aquí el punto es que la pregunta es sentimentalista y la respuesta es manipuladora. Afortunado es quien encuentra un guru genuino y aprovecha su guía siguiendo sus enseñanzas con seriedad. Ni la pregunta ni la respuesta aquí abordaron esos puntos. Quien pregunta busca pertenecer al grupo. La respuesta de Hridayananda no es tonta, pero sí para tontos —su público ideal.

[3] Srila Prabhupada estableció al BBT independiente de Iskcon. Además donó todos los derechos de autor al BBT. Pero la GBC buscó poner al BBT bajo su propia autoridad y creó una nueva organización, el BBTI, a la que transfirió ilegalmente todos los derechos de autor. Cuando un juez le cuestionó a la GBC el papel y las instrucciones de Srila Prabhupada, ellos respondieron que Srila Prabhupada era un autor contratado por los dirigentes del BBT.